An Artificial Leaf


Un equipo del Instituto Catalán de Investigación química (ICIQ), han desarrollado una hoja artificial que imita las funciones fotosintéticas de las plantas verdes y de las algas, para transformar el dióxido de carbono y el agua en combustible[1].
Para el científico español José Ramón Galán-Mascarós, líder del grupo de investigación A-Leaf (An Artificial Leaf, Una hoja artificial), “La fotosíntesis natural transforma el agua (H2O) y el dióxido de carbono (CO2) en oxígeno y carbohidratos utilizando exclusivamente la energía del sol”. De forma análoga, el sistema artificial funciona, “absorbiendo la luz solar para combinar agua y CO2 en oxígeno y productos químicos, incluidos los combustibles” [2].



Conceptualmente, A-leaf está compuesto por una celda fotovoltaica que provee la energía necesaria al sistema, más un conjunto de tubos que suministran reactivos a dos secciones (el ánodo y el cátodo) los cuales están separados por una membrana.
En el ánodo se produce la oxidación de la molécula de agua (H2O), liberando en el proceso oxígeno en forma gaseosa (O2), en tanto en el cátodo el dióxido de carbono (CO2), es transformado en una molécula orgánica que almacena energía, para liberarla después al quemar este producto.
Consecuencia de estas reacciones químicas, el sistema produce ácido fórmico (H-COOH), un compuesto que puede ser utilizado para generar otros combustibles sin huella de carbono al ambiente.




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