Utilizando una impresora de inyección, imprimen las cianobacterias vivas, sobre nanotubos de carbono, conductores de la electricidad.
Estas bacterias, son capaces de realizar la fotosíntesis, permitiendo posteriormente captar la bioenergía fotovoltaica (BPV, por sus siglas en inglés).
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Según los expertos, una superficie similar a la de u iPad, produce suficiente energía como para alimentar una lámpara LED.
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